Thursday, July 20, 2006

Televisa: utilidades versus credibilidad


Televisa: utilidades Vs. credibilidad
Por Jenaro Villamil

Por si alguna duda existía de que las elecciones federales, con todo su bombardeo de spots y el millonario costo de acceso a la pantalla, fue un negocio privilegiado para la televisión comercial, el reciente reporte del Grupo Televisa revela que, durante el segundo trimestre de este 2006, la empresa registró ingresos históricos por 9 mil 799 millones de pesos (más de 900 millones de dólares), que representan un crecimiento de 21 por ciento en relación con 2005.

La utilidad neta de la empresa se incrementó en 75.1 por ciento al sumar 2 mil 307 millones de pesos, en comparación con los mil 317 millones de pesos del mismo periodo de 2005.

La explicación corporativa es que este nivel de ganancias fue producto de los comicios presidenciales (el 81 por ciento de la publicidad que gastaron los partidos se destinó a la televisión y más del 65 por ciento a Televisa) y del Mundial de Futbol.

Esta interpretación desmiente, de entrada, el alegato que el propio Emilio Azcárraga Jean expresó hace un año ante inversionistas de Nueva York. Según El Tigrito, las elecciones apenas representaban un 4 por ciento de los ingresos del consorcio.

Tal nivel de ganancias es resultado también de la creciente concentración en el sector televisivo que, por si fuera poco, se coronó con la aprobación de la Ley Televisa. La concentración a favor de Televisa se produjo también en la televisión restringida. Al desaparecer DirecTV, competidor de Sky México, esta filial de Televisa registró un crecimiento impresionante. Los registros indican que tuvo ventas netas por 1,816 millones de pesos y utilidades netas por 567.4 millones de pesos, una cantidad muy superior a los 397.3 millones de pesos que registró en 2005.

La tragedia para Televisa es que, a mayor nivel de concentración y de ganancias, menor nivel de credibilidad ante su auditorio, justamente por la actuación de la empresa durante la campaña electoral, durante la jornada de cómputo distrital del Instituto Federal Electoral y ahora frente a la polémica generada por la petición de reconteo de votos.

Esta apreciación no es sólo producto de las duras consignas contra Televisa que se han observado en las recientes movilizaciones de los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador en la Ciudad de México –los abucheos contra algunos conductores y las consignas en contra de la empresa han preocupado a sus directivos--, sino también ha sido consignado por otros estudios, como el que recientemente realizó IBOPE, compañía dedicada a la medición de ratings.

La última encuesta realizada por IBOPE entre el 6 y 7 de julio en 28 ciudades del país, revela que un 38 por ciento de los entrevistados opinó que Televisión Azteca había sido “más imparcial” que Televisa, gracias a que presentó los diversos puntos de vista de los actores políticos involucrados en el proceso electoral.

Los encuestados acusaron a la empresa de Azcárraga Jean de tener un “sesgo evidente” a favor de uno de los candidatos punteros en las elecciones, específicamente, Felipe Calderón.

En la misma encuesta, IBOPE registró que el 42 por ciento de los encuestados consideró a Javier Alatorre como mejor entrevistador, en tanto que Joaquín López Dóriga, el experimentado conductor del noticiario estelar de Canal 2, obtuvo el 38 por ciento.

Por si estos datos no bastaran, un grupo de investigadores criticó al programa cómico El Privilegio de Mandar por haber editorializado en su última edición en contra de la demanda de impugnación encabezada por López Obrador.

El fenómeno de pérdida de credibilidad no se circunscribe sólo a su actuación en la jornada electoral. Ha sido un golpe muy duro para la imagen de Televisa que se le haya ubicado como la promotora de las reformas a la Ley de Telecomunicaciones y de Radio y Televisión que la benefician ampliamente. Paradójicamente, a pesar de que TV Azteca también mantiene sus privilegios con esta contrarreforma, la opinión pública le ha pasado la factura a Televisa.

El último golpe para la credibilidad de Televisa fue su derrota en el intento de comprar Univisión, el consorcio de televisión hispana más grande de Estados Unidos. Ni con toda su experiencia, su impresionante capacidad de producción en contenidos (especialmente en telenovelas) y su estrategia de “saneamiento financiero”, Televisa pudo conseguir la vieja aspiración de la familia Azcárraga: acceder a un canal propio en territorio norteamericano.

El problema radica no en su falta de dinero, sino en las acusaciones de prácticas monopólicas y de sesgo informativo que en Estados Unidos ha recibido esta empresa.

No comments: