Saturday, October 07, 2006

El usurpador: aliado del pinochetismo chileno


Calderón, aliado del pinochetismo
Jorge Carrasco Araizaga

El 5 de octubre de 1988, una coalición de partidos derrotó al dictador Augusto Pinochet en un plebiscito en el que la mayoría de los chilenos le dijo “no” al general golpista.

Justo 18 años después, el pasado jueves, Felipe Calderón fue a decirle “sí” a los pinochetistas.

En su viaje a Chile como parte de la gira que hizo la semana pasada a nueve países de América Latina para construir su legitimidad internacional como presidente electo, Calderón tendió los puentes con el pinochetismo.

Su obligada reunión con la presidenta socialista Michelle Bachelet fue seguida de encuentros con la cogobernante Democracia Cristiana, y de reuniones con los partidos herederos del pinochetismo, Renovación Nacional (RN) y la Unión Demócrata Independiente (UDI).

Resultado de esos encuentros está el compromiso del empresario y político Sebastián Piñera, para asistir a la anunciada toma de posesión de Calderón como presidente el 1 de diciembre.

Hermano de José Piñera, el creador del sistema privado de pensiones de Chile, pionero en el mundo, el político y empresario chileno –que le compitió a Bachelet la presidencia y se mantiene como el más fuerte aspirante de la derecha para las elecciones de 2009– será uno de los puentes de Calderón con la derecha chilena.

Pero no el único. En su viaje relámpago, Calderón se reunió también con la dirigencia del partido más fiel al pinochetismo, la UDI, un partido que durante años deploró la política exterior que desplegó México hacia Chile después del golpe de estado. Ahora, durante el proceso electoral, la UDI envío en varias ocasiones a uno de sus diputados para encontrarse con la dirigencia del PAN y su candidato.

Los movimientos de Calderón en Santiago de Chile descolocaron a la Democracia Cristiana, la derecha moderada que se creía el contacto natural de Chile con el PAN.

A Bachelet, Calderón le dijo que aspiraba a un gobierno de coalición como el que desde hace 16 años gobierna en Chile.

Pero sus encuentros con el pinochetismo revelaron que su pretendida coalición no pasa de la retórica, pues demostró que, ideológicamente, es más afín a la derecha chilena que tiene a la coalición gobernante como una amalgama de partidos unida sólo por el poder.

Lo mismo pensaba el dictador. Convencido por sus asesores de que ganaría aquella consulta, realizada bajo las reglas impuestas por la dictadura que instauró en 1973, pretendía, mediante un plebiscito, prolongar por ocho años más su permanencia en el poder y abandonarlo hasta 1998.“Compitió sólo y llegó segundo”, se burló la prensa opositora al día siguiente del “no”.

La derrota de la dictadura fue posible por la alianza de partidos opositores que durante años estuvo desarticulada no sólo por la proscripción que sufrieron durante la dictadura, sino por las diferencias históricas que los separaban.Atomizados, un total de 17 partidos integraron la Concertación de Partidos por el No, que después de su triunfo compitieron como Concertación de Partidos por la Democracia en 1989 en las primeras elecciones presidenciales realizadas en Chile después de 16 años.

Sus componentes más importantes son el Partido Socialista, su escisión el Partido por la Democracia –del expresidente Ricardo Lagos– y la Democracia Cristiana. Ese es el núcleo de la coalición de gobierno que Calderón dice querer imitar. Retórica. Y Calderón lo sabe, pues si en el algún momento era posible intentar esa experiencia en México, fue con una eventual alianza entre el PAN y el PRD para derrotar al régimen autoritario del PRI.

Pero el PAN optó por el cogobierno con el PRI desde la época de Carlos Salinas de Gortari. Sólo con esa alianza formalizada es posible el gobierno de coalición que supuestamente ofrece Calderón y no una concertación como la chilena, pues las condiciones son radicalmente distintas.

Durante años, socialistas y demócrata-cristianos estuvieron enfrentados en Chile, debido al apoyo que la Democracia Cristiana le dio al golpe militar contra el gobierno del presidente Salvador Allende, que después de cuatro intentos había ganado la presidencia en 1970 con una alianza de partidos de izquierda, moderada y radical.Tras vanos y sangrientos intentos de la izquierda radical por matar al dictador, socialistas y demócrata-cristianos hicieron a un lado sus mutuos agravios en aras de acabar con la dictadura valiéndose de las reglas que el propio Pinochet había impuesto en la Constitución promulgada en 1980.

Derrotado el dictador, la Concertación de Partidos por la Democracia ganó la presidencia y desde 1990 ha mantenido a cuatro presidentes en el Palacio de La Moneda. Los dos primeros de la Democracia Cristiana, Patricio Aylwin y Santiago Frei. Los otros dos, socialistas: Ricardo Lagos y Bachelet.Después de 20 años el poder, la Concertación podría perderlo frente a la derecha dentro de tres años y Calderón se prepara para apoyar a los hijos del pinochetismo.

Thursday, October 05, 2006

Te recomiendo mucho esta grandiosa reflexión sobre la globalización.


El 11-S y la globalización
Por Carlos Monsiváis

E l derrumbe de las ´twin towers´ inaugura con ímpetu casi formal la Era de la Globalización. Hay angustia en el mundo entero y la expresión no es metafórica y el repudio al terrorismo es casi unánime. Desde entonces se mantiene el rechazo político y moral del terrorismo, aunque los acontecimientos posteriores también concentran la atención en la defensa de los derechos humanos.

Si en materia de atentados sólo hay víctimas inocentes, y esto lo son los ocupantes de las torres gemelas, también y por ejemplo, carecen de culpa los victimados por las invasiones de países (Afganistán, Irak), por el terrorismo antiisraelí, por los ataques a Palestina, los genocidios en África y, en 2006, los bombardeos en Líbano.

En todos estos casos, los terroristas o los gobiernos proceden contra la población civil con resultados necesariamente trágicos: nunca se logran los objetivos declarados, se acentúa la crueldad que en el camino se va desprendiendo de justificaciones, se intensifica en cada país la lucha de facciones, se vulnera a fondo los derechos de las poblaciones. A este panorama desolado se agregan -cito unos cuantos ejemplos- las Actas Patrióticas en Estados Unidos y sus consecuencias, la prisión de Guantánamo, las torturas en las prisiones de Irak, las campañas antisemitas, la campaña de odio antiislámica, el impulso renovado del racismo y su "lucha de civilizaciones".

La fecha es simbólica y es real: desde el 11 de septiembre, y de un modo u otro, América Latina se considera globalizada sin remedio, y no disponen de definiciones convincentes de la globalización las sociedades cuya puesta al día se revela a través de la veneración de la tecnología, la adicción del internet, la intensificación del desempleo y la emergencia del subempleo. ¿Qué le significa al desarrollo de las sociedades? ¿Es simplemente de la pasividad ante lo decidido en el centro de los poderes? ¿Globalizarse es aceptar lo inútil de la protesta moral y la impunidad permanente del neoliberalismo, o es aceptar la perduración de la desigualdad porque la pobreza es una estación terminal?

El imperio y sus alrededores

A principios del siglo XXI un axioma se difunde casi sin necesidad de palabras: el centro de poder planetario es, como siempre y más que siempre, Norteamérica, o más exactamente su élite gobernante y las exportaciones de su racismo. Si el 11 de septiembre convoca la solidaridad internacional, las respuestas de los gobiernos de Estados Unidos subrayan la debilidad comparativa o absoluta de casi todos los países, entre ellos los de América Latina, vinculados orgánicamente con Estados Unidos por la industria, el comercio, las industrias culturales y, muy principalmente, las migraciones.

"¿Qué le vamos a hacer?"

En las divulgaciones de lo que significa "estar globalizado", halla su oportunidad el determinismo, esa sensación de que pase lo que pase no hay salidas, ese elemento primordial en el ánimo derrotista de los países en-edad-de-merecer-desarrollo. No sólo entran en crisis los estados nacionales; se agudizan también los problemas del espacio transfronterizo que acentúan la división injusta del trabajo y la desigualdad social. "¿Qué se hace contra esto?", se preguntan desde el siglo XIX los latinoamericanos, y luego del 11 de septiembre la preocupación va al límite al comprobarse los niveles de impotencia política. El determinismo desanima a las sociedades calificadas de emergentes. "¿Qué le vamos a hacer? Si aquí nos tocó". No están de acuerdo con el terrorismo ni jamás podrían estarlo, pero se les vigila como si fueran "sociedades de riesgo".

* * *

A la soberanía, un término antes indiscutible, la redefinen numerosas revisiones y polémicas. La conducta de las grandes potencias afecta en grandísima medida la ecología del planeta (por ejemplo, los cambios climáticos, el agujero de ozono, el efecto invernadero), y en la vida de cada país intervienen drásticamente los mecanismos de los holdings, las crisis monetarias, los precios del petróleo, las guerras, la televisión por cable, la concepción de la moda y la mercadotecnia como la clonación de las sociedades. Ante esto, ¿cómo se define la soberanía nacional, en gran parte sometida por las estructuras transnacionales?

En la práctica cotidiana, las libertades de movimiento de los estados nacionales se reducen considerablemente. La ONU y los bloques de países pierden casi toda efectividad, y la soberanía se fragmenta de acuerdo a factores nacionales, regionales e internacionales. Esto, que debería evaluarse con cuidado se vincula de inmediato a la mentalidad determinista, y luego del 11 de septiembre lo común es oír frases del tipo de "a soberanía cancelada": If you can´t beat, join´ em.

* * *

La invasión de Irak revitaliza las reservas morales de las reservas morales de las sociedades europeas y latinoamericanas. Son enormes las manifestaciones en muchos países, y todas tienen un punto de partida: el rechazo del terrorismo que se dejó ver tan vívidamente el 11 de septiembre prosigue en el rechazo a la destrucción de un pueblo que, por lo demás, ha sufrido indeciblemente bajo la tiranía de Hussein, al que nadie defiende entre otras cosas porque es indefendible.

¿Hay vida fuera de la globalización?

Si es inevitable el ritmo de la globalización a la usanza estadounidense, ya no es tan previsible la multiplicación de las mentalidades críticas que se observa en tiempos muy recientes. Sin previo aviso pero con ferocidad, de la globalización se desprenden los dogmas de lo inevitable: el destino pende de golpes de computadora, las inversiones no tienen patria, las patrias no tienen inversiones, ante el neoliberalismo no hay alternativas y el neoliberalismo no es ni podrá ser alternativa para las mayorías y las minorías democráticas. La globalización extermina cualquier fetichismo o voluntarismo del afuera. Si el afuera ya está aquí dentro, ¿por qué no aceptar que a los latinoamericanos se les "globaliza" desde el exterior, también de acuerdo a un diseño tiránico y monopólico? En Latinoamérica lo que diferencia a los pobres es la índole de las oportunidades; lo que los asemeja es la enorme dificultad para aprovecharlas.

Del encuentro de puntos de vista y moralejas

El 11 de septiembre es, no obstante lo gastado de la expresión, un parteaguas histórico. Y la conciencia de la globalización modifica a fondo la noción de espectáculo, pone a prueba los resortes humanistas de la solidaridad, y afirma los poderes del imperio y también la oportunidad de la resistencia. En los países del antiguo Tercer Mundo, la globalización, además de grandes desdichas, trae consigo factores muy positivos, entre ellas la centralidad de la defensa de los derechos humanos, la urgencia de contener el racismo, la sensación opresiva de límites y la clarificación de las demandas sociales.

Todo esto conoce una nueva etapa con la voluntad organizativa de las minorías latinoamericanas en Estados Unidos, lo que ya en 2006 auspicia con la gran novedad de las marchas de cientos de miles.

El pasado 1 de mayo es extraordinaria la movilización de los hispanos o latinos en defensa de sus derechos laborales, y el impulso de este movimiento no lleva trazas de disminuir.

¿Y cómo se dice okey en inglés?

Wednesday, October 04, 2006

Caminito de la escuela... va todo el reino animal.




Cuando los "periodistas" se juntan, generan... risas y mas risas!



Las Aventuras de:



"Silencio y parálisis son inaceptables", afirman en una declaración Gore Vidal, Howard Zinn, Harold Pinter, Sean Penn y Jesse Jackson, entre otros


Campaña de intelectuales y activistas contra legalización de la tortura en EU

Frente a la legalización de tortura y la anulación de derechos constitucionales bajo la ley recién aprobada por el Congreso y promovida por el gobierno de George W. Bush, un coro de prominentes figuras del mundo de la cultura, política, de defensa de derechos civiles y activistas denunciaron lo que consideran un paso hacia la "tiranía" en Estados Unidos y la urgencia de "rescatar" la democracia en este país.

En declaraciones, foros de emergencia, comunicados, anuncios pagados en los medios, comienza a registrarse una mayor respuesta a la ley para legalizar la tortura y anular la provisión contra la detención arbitraria para los designados "enemigos" de este gobierno. Hay convocatorias para acciones de repudio y denuncias por la aprobación de la nueva ley, aunque persiste la ausencia de una reacción generalizada entre los estadunidenses, a pesar de las advertencias de que su "democracia" está en riesgo.

Una iniciativa bajo la consigna: "El mundo no puede esperar; fuera el régimen de Bush", anuncia la realización de marchas y manifestaciones en más de 175 ciudades el próximo jueves 5 de octubre para exigir la destitución de Bush por sus "políticas criminales". Este esfuerzo comenzó hace un año con la difusión de una declaración endosada por figuras famosas y líderes sociales que ahora cobró urgencia con la legalización de la tortura. Acusan al gobierno de violar derechos humanos, guerras ilegales, tendencias fascistas, llaman a la destitución de Bush y su gobierno, y critican a los demócratas por complicidad.

"Si perdemos esta lucha, perdemos la democracia", advirtió Bill Goodman, director legal del Centro de Derechos Constitucionales en un foro realizado aquí, al comentar las implicaciones de la nueva legislación. "Bush y compañía -dijo- están determinados a destruir nuestra Constitución y Carta de Derechos; no podemos permitir que lo logren". Señaló que no sólo "autorizaron la tortura", sino la anulación del derecho de "habeas corpus" (garantía contra la detención arbitraria) para extranjeros designados como "combatientes enemigos ilegales" por Bush, y "sin ello (el habeas corpus), somos virtualmente esclavos en un Estado policiaco". Indicó que todo esto se parece a los tiempos del macartismo, y que como en ese entonces, "la tiranía florece frente a tres cosas: el silencio, los secretos y el temor".

El ex embajador de Gran Bretaña en Uzbekistán, Craig Murray, acudió al foro para hablar de cómo fue que renunció su cargo y perdió su carrera al denunciar la tortura financiada y endosada por Washington y Londres en ese país. "Mis instrucciones como embajador fueron expresar nuestra gratitud porque Uzbekistán era miembro de nuestra coalición en la guerra en Irak y contra el terrorismo", contó. Pero durante su estancia fue testigo de "juicios" falsos de "terroristas", y recibió pruebas de tortura, incluidas fotos de un joven que envió a Londres para ser analizadas por un médico forense, quien concluyó que le habían arrancado las uñas y después murió al ser sumergido en un líquido hirviendo.

"Cuando hirvieron hasta la muerte a ese hombre, el contribuyente estadunidense estaba pagando por el calor", sostuvo Murray, al señalar que Washington había ofrecido unos 500 millones de dólares en asistencia al régimen totalitario de Uzbekistán en ese mismo periodo. El diplomático recibió pruebas de cómo torturaban a hijos para que los padres "confesaran", y violaciones sexuales de hijas frente a sus padres.

Murray señalo que la legalización de la tortura por el Congreso y Bush "ya no es producto de políticas neoconservadoras; esto ya es neomedieval: han hecho que regresen la tortura y las cruzadas".

Sean Penn envío un mensaje al foro, acusando de "arrogante y cobarde" al gobierno de Bush y de ordenar la matanza de "nuestros hermanos y hermanas, hijos e hijas" en la guerra. El actor Mark Ruffalo dice que llegó el momento de detener las políticas del gobierno de Bush que causan muerte y desesperación tanto en el extranjero como en este país, y advirtió que lo que se llama democracia en este país está bajo ataque por este régimen.

La actriz de cine y teatro Olympia Dukakis dio lectura a una declaración a la que se han suscrito cientos de artistas, religiosos, abogados, líderes comunitarios y más, ante varios cientos de activistas que acudieron al foro en esta ciudad, en donde se acusa al gobierno de Bush de engaños, guerras ilegales, torturas, detenciones arbitrarias, la supresión de la ciencia bajo la religión, y la negación de derechos básicos. "El régimen de Bush está intentando rehacer la sociedad radical rápidamente, de una manera fascista, y para las próximas generaciones. Tenemos que actuar ahora; el futuro está en juego", afirma el texto.

"El silencio y la parálisis no son aceptables... el desastroso curso de este régimen de Bush tiene que ser detenido. Y tenemos que asumir la responsabilidad para hacerlo", afirma la declaración en el llamado por una movilización masiva y constante para "sacar a Bush del poder". Entre los firmantes están Gore Vidal, Howard Zinn, Harold Pinter, Sean Penn, Daniel Ellsberg, el reverendo Jesse Jackson, la poeta Grace Paley, Dennis Brutus, John Sayles, Susan Sarandon, el escultor Richard Serra, John Heard, Sonia Sánchez, Jessica Lange, Cindy Sheehan, los representantes federales John Conyers, Maxine Waters, Major Owens y Bobby Rush, Ricky Lee Jones; la general brigadier retirada Janis Karpinski, Kurt Vonnegut, Jonathan Kozol, el teniente Ehren Watada (quien rehusó órdenes para ir a Irak por considerar ilegal la guerra), la ex diplomática Ann Wright, Alice Walker, el coreógrafo Bill T. Jones, el Hip Hop Caucus, Carlos Arango de Casa Aztlán, el padre Roy Bourgeois, Tom Morello de Audioslave, Ozomatli, Boots Riley del grupo hiphopero The Coup, y decenas más (la declaración y listas completas se pueden revisar en www.worldcantwait.net).

Comienza el ruido

Aunque lo que podría llamarse "movimiento" en contra de estas políticas continúa dividido (algunas de las coaliciones nacionales contra la guerra no apoyan las acciones del 5 de octubre), al parecer empieza un ruido que está rompiendo el silencio que imperó al aprobarse la ley para legalizar la tortura y anular un principio básico del sistema legal.

Tal vez está sonando el eco de algo dicho por un héroe nacional hace casi 40 años: "Llega un momento donde el silencio es traición", declaró Martin Luther King, Jr en la iglesia Riverside el 4 de abril de 1967 durante su histórico discurso repudiando las políticas bélicas de Washington y llamando por una "revolución de valores" en Estados Unidos.

Tuesday, October 03, 2006

Mexico: El Presidente.

México: El Presidente

A dos meses de que Vicente Fox deje el gobierno, México se halla inmerso en un desastre social, con las instituciones del Estado en el más absoluto descrédito, la supuesta "transición" hecha pedazos y la crisis política agravándose día a día por la pretensión del foxismo de imponer como "presidente" a quien no ganó las elecciones.

1. Los medios de comunicación de diversos países destacaron en el crítico mes de septiembre que en nuestro país se habían declarado dos presidentes electos, lo que puso de manifiesto el desastre institucional de México. Uno, Andrés Manuel López Obrador, quien ganó claramente las elecciones del 2 de julio y a quien la convención nacional democrática reconoció como legítimo presidente el domingo 16. Y el otro, Felipe Calderón, al que se busca imponer tras un burdo fraude, maquinado desde Los Pinos y convalidado el martes 5 por siete corruptos magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, quienes para ello violaron la legalidad constitucional. Cada día está siendo cada vez más claro que el respaldo social y la capacidad política están de un solo lado: el de López Obrador. Y que él es el único presidente.

2. En corto tiempo las cosas se han ido poniendo en su lugar, esclareciéndose cuál sería la gravísima situación del país de persistir las fuerzas oligárquicas en querer imponer por la fuerza a Calderón. Mientras López Obrador ha seguido señalando con visión de Estado cuál es la agenda nacional y reorganizando a sus cuadros y a sus bases sociales, un Calderón empequeñecido y a salto de mata ha ido de ridículo en ridículo en su afán de llevar a cabo actos mediáticos para simular que todo va bien, generando enorme preocupación en las fuerzas empresariales que lo respaldaron, que ahora advierten su error, entre otras cosas, por la evidente incapacidad de éste para desempeñar el cargo y alcanzar los objetivos que se propusieron.

3. López Obrador, por el contrario, lejos de dejarse amedrentar por las manipulaciones del régimen foxista y la desaforada campaña en los medios, que, carente de argumentos, no hace más que insultarlo, prosigue creando con empeño las mejores condiciones para poder gobernar al país, desde un gobierno trashumante, en un escenario en el que el Frente Amplio Progresista y las organizaciones sindicales están creando otra correlación de fuerzas: mostrando quién tiene la mayoría.

4. La pretensión de Fox de que, tras el fallo del TEPJF, su gobierno lograría utilizando a los medios, y en particular a la radio y la televisión, imponer la creencia en la legitimidad del imaginario triunfo de Calderón y aplastar a AMLO, ha fracasado por completo y lo único que ha logrado es aumentar la pérdida de la ya casi nula credibilidad de Televisa y de Tv Azteca y hacer crecer la vocación de defensa de la legalidad y de la nación de los miles de mexicanos que se oponen a la usurpación. Al dar un paso adelante en vez de recular, como muchos intelectuales y periodistas timoratos suponían iba a hacerlo, López Obrador está haciendo avanzar con rapidez el reloj de la historia en la dirección que anhelan muchos mexicanos y logrando tanto o más que si se le hubiese reconocido el triunfo.

5. En pocos días, Calderón ha aparecido ante los mexicanos como lo que es: un hombrecito carente de visión de Estado, ignorante y sin capacidad política alguna, maniatado por las peores mafias políticas y delictivas de la historia reciente de México, con las que está aliado, y que, derruido internamente porque sabe que no ganó, con la pretensión de imponerse por el fraude orquestado a su favor por grupos priístas, yunquistas y panistas, está traicionando el legado panista y la memoria de su padre, el historiador Luis Calderón Vega, quien renunciara al PAN en 1981 acusando a los dirigentes de entonces de abandonar los principios y de entregarse a servir al gran capital: lo que está haciendo ahora su hijo sin principios.

6. La entrevista dada a Proceso (núm. 1560) por uno de los más cercanos colaboradores de Calderón, el joven ultraderechista Germán Martínez, que anunció que de lograr llegar a Los Pinos el 1º de diciembre, Calderón rompería con los aliados que le ayudaron en el fraude, desde Fox y la Gordillo hasta las gentes de El Yunque, por los cuales busca mostrar enorme desprecio, constituye un descomunal error político, pues no logró sino poner en guardia a dichos "aliados" y evidenciar el desastroso escenario que tendría este grupo ilegítimo para pretender gobernar. Calderón está maniatado por el hampa política que lo encumbró, y al romper con ellos perdería el apoyo legislativo y social que necesita y no tendría para gobernar más que a los jóvenes pillos de cuello blanco de que está rodeado, encabezados por César Nava, ex traficante de influencias de Pemex, y Juan Camilo Mouriño, hijo del aventurero gallego, socio de Fox en oscuros negocios, y a los representantes de las trasnacionales.

7. El escenario patético de un Felipe Calderón lloriqueándole a Fox que le resuelva el caso de Oaxaca, seguramente porque él supone que no debería ensuciarse las manos con una represión, hace patente que estas gentes no deben gobernar México. La remoción del priísta Ulises Ruiz como gobernador oaxaqueño quebraría la alianza PRI-PAN, necesaria para que sobreviva Calderón políticamente, como advirtieron los once gobernadores priístas a Fox el lunes 25, además de que propiciaría que en las elecciones constitucionales, a las que se tendría que convocar, triunfase el PRD; la represión de la APPO no solucionaría nada y dejaría a Fox y a Calderón derrotados políticamente.

8. El "problema de Oaxaca", como lo llaman los medios, no tiene salida en términos de las prácticas de componendas del salinismo y del foxismo; requiere de otras políticas del Estado, que son las contrarias a las que el panismo calderonista anuncia para el país.

9. Los hechos de nuestro pasado reciente se conocen cada vez mejor y ya no pueden ocultarse. Los acuerdos PAN-Salinas de 1989, refrendados por los compromisos contraídos por Zedillo con la Casa Blanca en 1995, establecían que la alternancia se produciría en 2000 y que el PAN tomaría "la estafeta", como ahora se dice, para gobernar el siguiente medio siglo.

10. El PAN, refuncionalizado por la integración a sus filas de empresarios traficantes de influencias, tecnócratas salinistas y zedillistas, y miembros de la ultraderecha yunquista, sigue siendo, empero, una minoría, pero pretende gobernar por más de medio siglo para desmantelar del todo a la nación e imponer a los mexicanos un proyecto de corte totalitario. Y ante esta amenaza hay que reflexionar que aún es tiempo de detenerlo, porque mañana sería demasiado tarde.

Monday, October 02, 2006

El 2 de octubre no se olvida, NUNCA!!!


2 de octubre, hoy

La masacre perpetrada por el gobierno priísta de Gustavo Díaz Ordaz en Tlatelolco el 2 de octubre de 1968 es, por muchas razones, un dato de referencia obligada para el México contemporáneo.

Debe recordarse, en primer término, que a 38 años de aquella atrocidad los culpables todavía vivos permanecen impunes, y que las instituciones del país no fueron capaces, en todo ese tiempo, de investigar y sancionar un crimen de lesa humanidad cometido en contra de ciudadanos ­jóvenes estudiantes, en su mayoría­ que demandaban el cumplimiento en los hechos de lo que eran, por entonces, meras promesas de la ley: democracia real, vigencia de las garantías individuales y mecanismos de control para un poder público ejercido en forma discrecional, corrupta y, como se demostró aquella tarde, desenfrenada y homicida.
A la sangrienta represión en la Plaza de las Tres Culturas siguió la persecución política de opositores o sospechosos de serlo y una guerra sucia que se prolongó hasta los años 80, que cobró la vida de miles de mexicanos y convirtió el estado de derecho en mera simulación. Las ejecuciones extrajudiciales, las desapariciones forzosas, la tortura, los juicios políticos disfrazados de procesos penales se convirtieron en instrumentos sistemáticos del ejercicio gubernamental. Así respondió el grupo en el poder a los reclamos estudiantiles y populares. Los responsables de esa barbarie lograron su impunidad mediante pactos sucesivos de encubrimiento y protección que se refrendaban en cada sucesión presidencial. Implícitos o explícitos, tales pactos sobrevivieron a la alternancia de 2000 e involucran al foxismo, el cual, a contrapelo de sus promesas, no quiso o no pudo llevar a cabo un esclarecimiento exhaustivo y de fondo de lo ocurrido seis sexenios antes.

No debe perderse de vista que el movimiento estudiantil de 1968 fue una reacción social de exasperación ante la cerrazón gubernamental y la falta de canales institucionales para la participación ciudadana. El dato es de suma importancia porque hoy, a casi cuatro décadas, después de incontables luchas sociales, de miles de muertes y de numerosas reformas electorales, las instituciones del país son operadas con palpable espíritu excluyente y antidemocrático: las dependencias electorales no fueron capaces de corregir las distorsiones introducidas en las pasadas elecciones por el Ejecutivo federal y por grupos de interés económico y mediático, ni de responder a las masivas inconformidades que generó el manejo desaseado y dudoso de los resultados; no ha sido posible esclarecer, por los canales institucionales, uno solo de los casos de corrupción detectados en el círculo presidencial; durante muchos meses no ha habido nadie en las oficinas públicas que muestre interés por atender los reclamos del movimiento oaxaqueño que exige la salida de Ulises Ruiz del Ejecutivo local y, en cambio, se ha propiciado el ahondamiento de un conflicto que hoy constituye uno de los principales focos rojos en el escenario nacional.

Para colmo, en sus postrimerías, el foxismo, aliado con los cacicazgos priístas, ha dado muestras de una vocación represiva y de una intolerancia dignas de Díaz Ordaz, como ocurrió con la incursión policial en San Salvador Atenco.

Ahora que la oligarquía gobernante se dispone a efectuar una sucesión presidencial en medio de un descrédito sin precedentes y con la legitimidad severamente mermada, las tentaciones represivas parecen aflorar de nuevo en el grupo que se beneficia con el ejercicio del poder público. Cabe esperar que tenga en mente que el recurso a la violencia no haría más que apresurar su propia descomposición, porque el país ya no es el de 1968 y la sociedad contemporánea no aceptaría que los problemas creados por la ineptitud y la arrogancia de los gobernantes se saldaran con sangre ciudadana. En octubre de 2006, el 2 de octubre de 1968 no se olvida.

Editorial de "La Jornada"

El gobierno de Fox mantuvo ocultos datos que demuestran su ineficiencia, según investigadores


Cifras veladas por el gobierno reflejan el avance de la pobreza


El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reportó que durante el penúltimo año de gestión del presidente Vicente Fox el combate a la pobreza fue "no significativo", pues a escala nacional el número de pobres se incrementó, especialmente en el ámbito rural. En ese periodo, el número de personas a escala de indigencia creció en más de un millón.

Aseguró, con base en la medición realizada a partir de la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares (ENIGH) 2005, que el número de pobres en patrimonio -es decir, que no pueden adquirir requerimientos básicos de alimentación, vestido, calzado, vivienda, salud, transporte público y educación- tuvo un retroceso en comparación con los datos reportados al inicio y mitad del sexenio.

De 2004 a 2005 pasó de 48 millones 625 mil 44 en 2004 a 48 millones 895 mil 535 (47 por ciento del total de habitantes). En el ámbito rural la cifra de 22 millones 139 mil 967 se elevó a 23 millones 828 mil 638, en el mismo lapso.
En su primer informe oficial el Coneval evidenció las cifras que, de acuerdo con los académicos Julio Boltvinik y Araceli Damián, el gobierno mantuvo ocultas. Reveló que prácticamente 19 millones de mexicanos aún carecen de ingresos suficientes para adquirir la canasta básica de alimentos, y 25.7 millones no pueden acceder a los mínimos requerimientos de alimentación, salud y educación, aun si utilizaran todos sus ingresos para ello.
Pese a mencionar que de 1992 a 2005 hubo una reducción en los índices prevalecientes de pobreza, lo alcanzado "ha sido menor a lo que el país requiere". Y en específico da cuenta de que en el sexenio del presidente Fox este comportamiento se mantuvo en los primeros años, pero entre 2004 y 2005 se revirtió. El actual gobierno recibió 53.6 millones de pobres. Logró reducir la cifra hasta 47.2 millones, pero en su penúltimo año de gestión otra vez el número se elevó en 270 mil 491, en términos generales.

El organismo pide, como parte de sus conclusiones, poner especial atención a la evolución de la pobreza rural en los dos años recientes, porque "no se detectan variaciones estadísticas significativas en la pobreza entre 2004 y 2005".

Si se desglosa por tipo de pobreza, su informe refleja que a escala nacional los que no tienen ni para comer aumentaron, en ese año, en un millón 39 mil 725 mexicanos. Hace dos años se contabilizaban 17 millones 914 mil 516 y el año pasado 18 millones 954 mil 241.

En cuanto a capacidades, pasó de 25 millones 435 mil 262 millones a 25 millones 669 mil 769. Pero los índices aumentan sustancialmente cuando se hace el comparativo en el ámbito rural. Los pobres alimentarios pasaron, en ese mismo año, de 10 millones 823 mil 348 a 12 millones 454 mil 723; quienes padecen pobreza de capacidades, de 13 millones 966 mil 69 a 15 millones 348 mil 682.

Por el contrario, en el área urbana, según las cifras del Coneval, la pobreza disminuyó. En el tipo alimentario, de 7 millones 91 mil 168 mexicanos registrados en 2004 pasaron a 6 millones 499 mil 518 (aunque resalta que la caída le resulta "no significativa"), mientras en capacidades descendió de 11 millones 469 mil 192 a 10 millones 321 mil 87; y en patrimonio de 26 millones 485 mil 77 a 25 millones 66 mil 897.

Destacó, a partir de un ejercicio comparativo entre ambas zonas, que la pobreza alimentaria urbana es de 9.9 por ciento, y asciende a 32.3 en las áreas rurales.

Tras su instalación formal como consejo en mayo pasado, como mandata la Ley General de Desarrollo Social, el Coneval aseguró que "en la actualidad se encuentra trabajando en el desarrollo de la metodología oficial de medición y seguimiento de la pobreza en nuestro país", la cual habrá de incorporar un "enfoque multidimensional" del flagelo, de acuerdo con los ordenamiento de la citada ley.

Aunque aclaró que sus estimaciones no coinciden "exactamente" con las realizadas el Comité Técnico para la Medición de la Pobreza -conformado desde la Secretaría de Desarrollo Social en 2002-, el Coneval concluyó que, "derivados de la ENIGH 2005, los niveles de prevalencia de la pobreza, tanto a escala nacional como en los ámbitos rural y urbano del país, siguen siendo muy elevados".

Por ello consideró que los resultados resaltan "la necesidad de llevar a cabo estudios específicos para determinar las causas y las fuentes de los cambios de la pobreza en nuestro país en los años recientes".
El reto de reducir la pobreza de manera sostenida a largo plazo, subrayó, "sigue siendo un imperativo para el país. Es importante hacer un esfuerzo adicional para fomentar el crecimiento económico del país y reforzar los mecanismos de creación de empleos, el aumento de la productividad y el fortalecimiento de los salarios reales".




Sunday, October 01, 2006

Entendiendo Oaxaca


Oaxaca: ¿provocación o represión?

Los vuelos de aeronaves militares realizados ayer sobre el centro de la capital oaxaqueña, la llegada al aeropuerto de esa ciudad de efectivos castrenses, así como el estacionamiento de helicópteros y aviones de la Armada de México en Salina Cruz y Bahía de Huatulco, entre otros pertrechos y efectos militares, son hechos que sólo pueden ser interpretados de dos maneras: como provocaciones innecesarias y peligrosas en un entorno de gran explosividad, como el que vive ese estado, o como movimientos previos a una incursión represiva de gran escala. Sea cual fuere la respuesta verdadera, tales sucesos parecen confirmar que el grupo en el poder ha renunciado a las salidas políticas y ha optado por la fuerza para "resolver" un conflicto complejo, cuya solución real requiere de actitudes gubernamentales distintas a las que se prefiguran.

Por desgracia, las claves del accionar oficial en Oaxaca no parecen encontrarse en un análisis del entorno que prevalece en la entidad, sino en una negociación de trastienda entre los dos componentes del grupo gobernante, PAN y PRI, en la que el primero exige que se mantenga a toda costa a Ulises Ruiz en el poder ­así sea un poder formal, habida cuenta de su incapacidad para gobernar­ a cambio del apoyo priísta para la asunción de Felipe Calderón como presidente.

De darse, la salida represiva no sería una decisión de Estado, ponderada y sopesada, sino una acción facciosa, una más, de una Presidencia que en seis años ha actuado no en función de los intereses nacionales, sino en defensa de intereses privados, tanto de su círculo cercano como de sus aliados políticos ­los propios priístas­, empresariales, mediáticos y clericales.

Ante el riesgo de un aplastamiento policiaco y militar del movimiento contra Ulises Ruiz sería pertinente que el Ejecutivo considerara que, en las condiciones de descomposición e ilegitimidad en que se encuentran las instancias de poder de la entidad, la violencia equivaldría a apagar un incendio con gasolina. Esta decisión podría dejar un saldo grave de muertos y heridos, además de una estela de violaciones a los derechos humanos, persecución política y suspensión de las garantías individuales. En consecuencia, esta situación en vez de disipar las condiciones adversas para el proyecto continuista haría de la llegada de Calderón a Los Pinos un hecho más incierto de lo que ya es.

Por otra parte, el oficialismo no cuenta ya con márgenes para presentar una medida de fuerza en Oaxaca como defensa de la legalidad, la institucionalidad y el estado de derecho, toda vez que el foxismo y sus aliados han vulnerado en forma regular la legalidad, han erosionado las instituciones hasta vaciarlas de contenidos ­véase, por ejemplo, la impresentable negociación entre priístas y panistas para marginar al PRD, segunda fuerza electoral, del reparto de comisiones en el Congreso­ y han convertido las dependencias del Estado en gestoras de una oligarquía que, representándose a sí misma, cree o quiere hacer creer que representa al país.
Las actitudes referidas, sumadas a una pasmosa ausencia de experiencia y voluntad políticas, hicieron posible que el conflicto oaxaqueño llegara a este punto. Sería una catástrofe nacional que la impericia, el descuido y la mala fe con que ha actuado el gobierno federal ante el problema se vieran coronadas con un baño de sangre o un atropello masivo e injustificable a la Constitución y a los derechos humanos. La solución de fondo al conflicto se encuentra en el ámbito de la negociación y la política. Las instituciones armadas tienen el deber de resguardar la soberanía y el territorio nacionales, no deben ser usadas para reprimir movimientos civiles. ¿Quedará en el grupo gobernante la lucidez requerida para tener presentes consideraciones tan elementales?